**PARA DIVULGACIÓN INMEDIATA**
Jineth Bedoya Lima
(COLOMBIA)
GANADORA DEL PREMIO
2016 RAW in WAR ANNA POLITKOVSKAYA
para defensoras de derechos humanos en la guerra y el conflicto
y
Valentina Cherevatenko
(FEDERACIÓN RUSA)
SE LE OTORGA UN PREMIO ANNA POLITKOVSKAYA RAW IN WAr ESPECIAL PARA MARCAR EL 10º ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE ANNA
Hoy, jueves 6 de octubre, RAW in WAR (Reach All women in war) celebra el valor de Jineth Bedoya Lima, una valiente periodista y luchadora de derechos humanos colombiana, y Valentina Cherevatenko, una audaz activista de derechos humanos y paz rusa.
Conforme se acerca el 10º aniversario del asesinato de Anna Politkovskaya el viernes 7de octubre, RAW in WAR homenajea a Jineth Bedoya Lima con el premio Anna Politkovskaya 2016 por su valor al pronunciarse y darle voz a más de 13 000 mujeres en Colombia, quienes como la misma Jineth, han sido víctimas de violencia sexual en manos de los grupos armados durante el conflicto armado.
El Comité de nombramientos de RAW in WAR del Premio Anna Politkovskaya 2016 está profundamente impresionado por el valor de Jineth Bedoya Lima al convertirse en una voz para las mujeres sobrevivientes de la guerra en Colombia y por el trabajo y determinación incansables de Valentina Cherevatenko para construir puentes de paz y reconciliación entre las personas y las comunidades devastadas por la guerra en el Caucaso del Norte, Armenia, Georgia y Ucrania, a pesar del gran peligro al que ambas se enfrentan.
El Barón Judd de Portsea, un miembro del Comité de nombramientos del premio 2016, dijo lo siguiente sobre Jineth Bedoya Lima y Valentina Cherevatenko al galardonarlas con elPremio Anna Politkovskaya 2016:
“Nunca hay que olvidar a Anna. Se ha convertido en un modelo de integridad y de compromiso total con la verdad sin importar las consecuencias para ella. Su valor fue aún mayor porque estoy seguro que ella sabía lo que probablemente le ocurriría. Valentina y Jineth siguen esa tradición. Son grandes y desafiantes ejemplos para todos nosotros. Como muchos otros merecen nuestra total e inquebrantable lealtad y apoyo. La libertad y la democracia solo pueden medirse según la información y el análisis que brindan los medios de comunicación. La generación de periodistas de hoy necesita aprender de las vidas y los estándares de Anna, Valentina, Jineth y personas como ellas.”
Celebramos a Jineth Bedoya y su audaz cobertura de las atrocidades contra civiles durante el conflicto armado y de la corrupción, que ha resultado de 52 años de conflicto en Colombia. En 2000, cuando asistía a una entrevista en una cárcel para informar sobre el involucramientos de militares en armar a paramilitares, Jineth fue secuestrada por hombres que reivindicaban trabajar para un líder paramilitar. La llevaron a una bodega donde la golpearon y la sometieron a violaciones en grupo durante días, hasta que la abandonaron al lado de la carretera desnuda. A pesar de las amenazas constantes contra su vida Jineth siguió haciendo su trabajo de periodista y buscando la verdad. En 2009, Jineth rompió el silencio en una campaña titulada “No Es Hora De Callar”, que pide que se haga justicia para miles de mujeres colombianas sujetas a violaciones y violencia sexual durante el conflicto. Jineth valientemente empezó la campaña ya que ella misma ha estado luchando porque se haga justicia desde el 2000, sabiendo los riesgos a los que se enfrentan las mujeres, sobre todo aquellas que se pronuncian en contra de los hombres armados que las violan y abusaron sexualmente de ellas. En febrero y marzo de 2016, dos paramilitares fueron sentenciados por el secuestro, tortura y violación de Jineth Bedoya en 2000, un paso muy esperado para conseguir que se haga justicia por la brutalidad que sufrió.
Al aceptar este galardón, Jineth Bedoya Lima dijo:
“Defender la Verdad es una de las misiones más difíciles que cualquier persona puede emprender, y su precio puede costarle a esa persona la vida, como lo fue para Anna Politkovskaya. Por ella, y por miles y miles de mujeres que dedicaron su último aliento a su trabajo, no podemos fallar. No podemos flaquear. Para mí, como colombiana, como periodista y como sobreviviente de la guerra en mi país, no puede haber mayor honor que recuperar la lucha, tanto profesional como personal, que Anna luchó, por la Verdad en su país y por todos aquellos que creían en su trabajo. Este premio que lleva su nombre inspira mi creencia en que tanto dolor y angustia tienen que valer la pena.
“Justo cuando recibo la notificación del premio Anna Politkovskaya, 52 años de guerra están llegando a su fin en mi país. Las balas que le quitaron la vida son las mismas que pusieron fin a la vida de más de 200 000 colombianos: el negocio de la guerra no sólo ha contaminado el alma de quienes le sacan provecho, también ha hecho que nuestra sociedad sea más dura e intolerante. El legado de mujeres como Anna es no permitir que esto ocurra uno y otra vez. Es una cosa buena que podemos dejar después de nuestro breve paso por este mundo.”
El 26 de septiembre de 2016 un acuerdo histórico fue firmado en Colombia poniendo oficialmente fin al largo conflicto de 52 años, que lleva la cicatriz de abusos de derechos humanos a gran escala. Esto incluye ejecuciones ilegales, desplazamientos forzados, desapariciones forzadas, secuestros, tortura y crímenes de violencia sexual, cometidos por todas las partes, incluidas las fuerzas de seguridad y los paramilitares, ya sea actuando solos o en complicidad unos con otros, y grupos guerrilleros.
Como se informó en agosto de 2016, Colombia cuenta con 6,9 millones de desplazados, más que cualquier otro país excepto Siria. Casi la mitad de las 7,8 millones de “victimas de guerra” registradas son mujeres. La mayor parte de las cuales se han visto obligadas a abandonar sus hogares por parte de los grupos armados. Más de 13 600 mujeres han sido violadas por grupos armados desde 1985. Según Jineth Bedoya: “En Colombia, los niveles de impunidad por crímenes de violencia sexual han llegado al 98%. De las 150 000 violaciones de mujeres que se reconoce que fueron perpetradas por grupos paramilitares, sólo un 2% a resultado en sentencia condenatoria.”
Hoy, RAW in WAR también rinde homenaje a Valentina Cherevatenko, una valiente activista de derechos humanos rusa dedicada a apoyar a civiles cuyas vidas siguen viéndose afectadas por la violencia en el Cáucaso del Norte, Armenia, Georgia y Ucrania. A través de su organización, Valentina trabaja con aquellos que sufren daños psicológicos causados por el conflicto y la violencia en la región, a pesar del riesgo para ella y su organización.
Al aceptar el Premio Especial Anna Politkovskaya, Valentina Cherevatenko dijo:
“Todo lo que tiene que ver con Anna Politkovskaya, su nombre y su trabajo, es sumamente importante para mí. Recibir el premio Anna Politkovskaya es un gran honor también. Hace que muchos años de trabajo dedicado a construir la paz y que el trabajo de “Women of the Don” en general estén a la par de lo que hizo Anna, por lo que luchó y por lo que murió. No hay nada más importante que preservar la paz. No importa donde estemos en el planeta, en qué país, ya sea Chechenia, Siria o Ucrania, estallan bombas y ancianos, mujeres y niños mueren. Los jóvenes mueren, el futuro del país, los llaman a las armas políticos sin escrúpulos. Cuando la élite que gobierna no llega a un acuerdo, la gente de a pie puede y tiene que involucrarse. Necesitan mirarse a los ojos y querer resolver todos los problemas, todas las diferencias sin guerras o violencia. Se les tiene que enseñar esto. Esta tarea recae en personas comprometidas en la construcción de la paz y los activistas de derechos humanos. ¡Nunca debemos parar! Tenemos que creer en nosotros mismos, en el futuro, en conseguir resultados.”
Valentina se enfrenta ahora a cargos penales por no registrar su organización como “agente extranjero” y se le acusa de recibir financiación extranjera a sabiendas. Es la primera vez que se presentan cargos penales bajo la ley sobre “agentes extranjeros” contra una ONG en Rusia y existen preocupaciones graves de grupos de derechos humanos de que sean cargos para tratar de silenciar a Valentina por el trabajo de construcción de la paz y reconciliación que ella lleva a cargo en nombre de los sobrevivientes del conflicto armado. Si la declaran culpable, Valentina será condenada a dos años de cárcel.
Se le otorgarán estos premios a las galardonadas en marzo de 2017 en Londres en el evento “Negándonos a guardar silencio (Refusing to be silenced)” de Raw in War, parte del Festival Women of the World (WOW) 2017 en el Southbank Centre de Londres. RAW in WAR marca el aniversario de los 10 años del asesinato de Anna Politkovskaya otorgando el premio anual que lleva su nombre a una mujer que, como Anna, le dice la verdad al poder.
Al darle el Premio Anna Politkovskaya a Jineth Bedoya Lima este año, RAW in WAR hace homenaje a todas las mujeres colombianas que han sido asesinadas, desaparecidas, torturadas y violadas en 52 años de conflicto. En la actualidad RAW in WAR hace un llamamiento a la comunidad internacional para que haga todo lo que está en sus manos para asegurarse que el proceso de paz en Colombia brinde la justicia esperada a las víctimas del conflicto y a los miles de mujeres sobrevivientes de violencia sexual, y que asegure la estabilidad y la paz en el país. En el aniversario del asesinato de Anna, RAW in WARtambién le pide a las autoridades rusas que protejan a los defensores de derechos humanos de ataques y violencia y lleve a los responsable del asesinato de Anna Politkovskaya ante la justicia.
Al recibir el premio Anna Politkovskaya, Jineth Bedoya y Valentina Cherevatenko se unirán a un grupo de defensoras de derechos humanos sobresalientes que recibieron el premio Anna Politkovskaya en el pasado, incluidas Kholoud Waleed (2015), Vian Dakhil (2014), Malala Yousafzai (2013), Marie Colvin (2012), Razan Zaitouneh (2011), Dr. Halima Bashir (2010), Leila Alikarami en nombre de la campaña de un millón de firmas por la igualdad en Irán (2009), Malalai Joya (2008) y Natalia Estemirova (2007).
Sobre los premios Anna Politkovskaya, la autora Azar Nafisi de “Reading Lolita in Tehran: A Memoir in Books” dice:
“Es asombroso, así como natural, que celebremos el trabajo de Anna celebrando a otras valientes mujeres, que vienen de países, ámbitos tan distintos, y que hablan distintos idiomas pero comparten como lenguaje común el deseo de libertad. No sólo para sí mismas sino para todas las víctimas de opresión.”
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